Se ha especulado mucho sobre las armas secretas que los alemanes estuvieron desarrollando a lo largo de la 2ª Guerra Mundial con el fin de machacar al enemigo sin piedad. Lo cierto es que muchas de ellas existieron y algunas dejaron de ser un mero proyecto para convertirse en una realidad. ¿Pero cuales se quedaron en el tintero? ¿Es cierto que se pretendía arrasar con ellas a todos los enemigos del Reich sin dejar títere con cabeza? El descubrimiento por parte de Sector 6 de extraordinarios documentos gráficos demuestra que eso estuvo al alcance de su mano y no lo hicieron. Las bombas atómicas ya eran de uso común en la Alemania de 1942, pero su utilización se destinaba a fines agrícolas (desecación de marismas y zonas pantanosas), para mejorar la red de autopistas (arrasamiento de bosques y destrucción de montañas) o como expresión artística del movimiento llamado «Impresionante» (esculpiendo el medio ambiente). ¿Pero por qué si conocían sus increíbles efectos no utilizaron estas bombas contra sus enemigos? El testimonio del cabo 1º Klaus Smith es contundente al respecto: «no podíamos pasarnos, ¡que hubieran dicho nuestras mujeres!»
Cuando este secreto a voces calló en manos de los aliados no se tuvieron muy en cuenta las piadosas palabras del cabo Klaus.
En la foto superior un suboficial supervisa los efectos de una bomba atómica utilizada para allanar el terreno en la construcción de un aeropuerto en Dassel (1942).
